NEWS DIVINE: UN DOLOR TATUADO

18/06/2012 - 12:00 am
Patricia Domínguez, madre de Daniel Alan Ascorve. Foto: Marco A. Martínez

Patricia Domínguez sabe que llevará grabado en su ser a su hijo Daniel Alan Ascorve Domínguez. Además de tenerlo presente en su memoria, también lo lleva en su cuerpo, tatuado.

Hace un año decidió tatuarse el rostro de su hijo en la espalda. Daniel falleció el 20 de junio de 2008, en el operativo policiaco ocurrido en la discoteca News Divine, en la delegación Gustavo A. Madero, que dejó 12 fallecidos. Tatuarse su rostro le llevó cuatro horas. Fue doloroso, pero nada comparado con la pena de su muerte.

Patricia tiene presente esos días de dolor, de abusos, de excesos que vio y sintió tanto de parte autoridades como de medios de comunicación. En ese entonces estaba embarazada de siete meses y debido a su estado fue una de las madres de víctimas menos activas.

Pero recuerda cómo, al llegar al Servicio Médico Forense (SEMEFO), le impidieron el paso, mientras que a los reporteros gráficos sí los dejaron entrar.

Ahí conoció a Hilda Barragán, la mamá de Isis Tapia, otra menor también víctima mortal del operativo.

Y mientras ella buscaba información sobre Alan, su otro hijo Raymundo, quien ese día acudió junto con su hermano a la discoteca de Eduardo Molina, testificaba en el Ministerio Público sin presencia de un mayor de edad. Otro abuso.

Además de las autoridades, padeció los excesos de los medios de comunicación. Al día siguiente El Gráfico en una de sus páginas interiores, mostró el rostro de su hijo Alan. Un día después, el 22, en el sepelio, alguien le avisó que en La Prensa su hijo salía en portada, la imagen lo mostraba dentro de una bolsa del SEMEFO.

Foto: Marco A. Martínez

La madre de Alan consideró que el tema se había vuelto un circo y ella no quiso formar parte de él, aunque nunca dejó de perderle la pista. Estuvo al tanto de las movilizaciones de los padres, de los informes y recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), de la posterior renuncia del delegado de Gustavo A. Madero, Francisco Chíguil, y días después la del secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Joel Ortega, y del procurador capitalino, Rodolfo Félix, pasadas unas horas del demoledor informe sobre el caso que el ombudsman capitalino presentó, el cual detallaba los abusos policiacos, la razzia cometida en contra los jóvenes, y las consiguientes violaciones de derechos humanos.

Han pasado cuatro años y aún espera se haga justicia, y se castigue a los responsables. A la fecha, ni el ex director de la Unipol, Guillermo Zayas, encargado del operativo bajo las órdenes de la SSP, ni Chíguil, ni Ortega, ni los policías que impidieron a los jóvenes salir del News Divine y que con ello lo convirtieron en una trampa mortal, están presos.

El único es Alfredo Maya, El Candy, el ex administrador del News Divine. El ex taxista, el enamorado de la música de los años ochenta, el high energy que quiso replicar sus años de gloria como voz del sonido Patrick Miller en la discoteca de Eduardo Molina y rentó ese lugar. El día del operativo fue acusado de corrupción de menores porque los dejaba entrar y les vendía cerveza. Él es el único preso.

Domínguez ha escuchado más de una vez que por fin se darán sentencias, pero han pasado cuatro años y estas aún no llegan, y también ve cómo algunos de los implicados retornan a la vida política. Se ha enterado de cómo el ex delegado Francisco Chiguil se exhibe como representante del Movimiento de Regeneración Nacional en Gustavo A. Madero, en volantes donde sale fotografiado con el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.

Foto: Marco A. Martínez

Otro de los implicados en el caso, Joel Ortega, ex jefe de la policía, y previamente ex delegado de la misma demarcación, busca resucitar su carrera política al convertirse en jefe de campaña del candidato del PRD a la jefatura de gobierno, Miguel Mancera.

REUNIÓN CON ORTEGA

A finales del año pasado, algunos de los padres de las víctimas tuvieron la oportunidad de reunirse con Joel Ortega. Ahora dirigente de la Asociación Ciudadana y Democracia, Patricia Domínguez recuerda que mientras hacía un mitin en un parque, lo encararon. Unos hombres le dijeron que ese no era el momento, y les ofrecieron reunirse con él después.

A los dos días, en el restaurante del Liverpool de Plaza Lindavista, siete familiares de víctimas vieron al ex jefe de la policía.

Fue un encuentro educado, de 45 minutos, recuerda la mamá de Alan y Raymundo.

El ex delegado les dijo que en 2008 él tenía planeado disculparse con los padres, luego de que fuera presentado el informe de la CDHDF, pero el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, se lo impidió y le recomendó que “hasta que se calmaran las cosas”.

Joel Ortega. Foto: Cuartoscuro

Ortega les explicó que el responsable del operativo que dejó 12 muertos fue Zayas, ya que cortó la comunicación desde las 17:00 hasta las 18:30 horas, algo que no debió hacer.

“Le dije entonces que si su orden no valía, él me dijo ‘obvio no era así, pero así pasó’. Obvio entonces buscaba su candidatura al GDF. No fue grosero, pero yo no me chupo el dedo”, dice la mamá de Alan.

Antes de concluir la reunión con los padres, Ortega se comprometió a buscar a Ebrard, con quien afirmó había dejado de tener contacto, y concertarles una cita a los padres.

Pero ya no los volvió a buscar, dice.

Sinembargo.mx contactó a Ortega vía telefónica. El ahora coordinador de campaña de Mancera dijo que no opinaría por el momento, y agradecía la llamada.

Durante cuatro años, son escasas las entrevistas que ha aceptado. Una de ellas la consiguió el año pasado el conductor del programa de radio Hoy por Hoy, Salvador Camarena. Ortega le explicó que el operativo se salió de control y lo atribuyó, entre otras cosas, al corte de energía eléctrica, lo que provocó que se apagara la ventilación y la iluminación dentro del lugar.

CUANDO EL DOLOR ES ERRANTE

Foto: Cuartoscuro

Aunque Domínguez no estuvo presente en las primeras marchas de los padres y amigos de las víctimas, donde incluso hubo algunos roces con policías y cierre de la avenida Eduardo Molina, ni tampoco estuvo en los acercamientos que el Partido Acción Nacional (PAN) tuvo con ellos para apoyarlos en sus peticiones, algo con lo que estuvo en desacuerdo, al convertir su demanda en partidista, se integró al primer año de la tragedia. Desde entonces ha estado con los padres en busca de que se castigue a los responsables, en los homenajes que se han hecho a las afueras del local donde se ubicaba la discoteca. El año pasado decidieron unir fuerzas con familiares de los niños víctimas del incendio de la Guardería ABC, en Sonora, y los del incendio en el Casino Royale, en Monterrey, Nuevo León.

El 1 de junio de este año, familiares de víctimas de las tres tragedias se reunieron en el Museo Memoria y Tolerancia donde convocaron a los candidatos a la presidencia para plantearles sus demandas. Ni la panista Josefina Vázquez Mota ni algún representante suyo llegó. Del PRI acudió la diputada federal Carolina Viggiano. Domínguez se salió en la exposición de la priista.

Domínguez fue la única representante de las víctimas del News Divine. En su búsqueda de justicia han hecho un largo peregrinar. Han contado con el apoyo de la CDHDF, y también acudieron a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para ver si les podían ayudar a castigar a quienes consideran responsables del operativo y de abusos cometidos ese día.

Han hecho protestas ante el jefe de gobierno capitalino. El 17 de septiembre de 2009, durante su tercer informe y mientras hablaba de justicia, familiares intentaron mostrar una manta de protesta. Para su infortunio, cuando la mostraron, estaba de cabeza, y cuando la mostraron de forma correcta, encargados de seguridad llegaron a arrebatársela, y la presidenta de la Asamblea Legislativa, Alejandra Barrales, los llamó al orden.

SIN CASTIGO

También han recibido atención de la Subprocuraduría de Atención a Víctimas del Delito y Servicios a la Comunidad de la PGJDF, indemnizaciones, apoyos, promesas como la del delegado de la Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo, de limpiar las tumbas regularmente, aunque sólo puso mallas.

Pero al igual que los deudos de la Guardería ABC y Casino Royale, se dicen víctimas y sin que les hayan hecho justicia.

En el caso del News Divine se espera que estos días haya un llamado de atención a los jueces que han estado encargados del caso, Rafael Guerra y Jorge González Tenorio, a través del Consejo de Ética del Tribunal Superior de Justicia del DF, por no hacer todo lo posible por acelerar el proceso, de acuerdo con la nota publicada en El Universal, el 15 de junio, firmada por Claudia Bolaños.

Se ha vuelto costumbre que en cada aniversario de la tragedia, las autoridades anuncian que habrá sentencias prontas. Así ocurrió el primer año, donde el entonces procurador y actual candidato, Miguel Ángel Mancera, prometió prontas sentencias. Aún no llegan. Sólo ha habido tres sentencias y ninguna ha acabado en la cárcel. Contra el ex subdirector jurídico de la Gustavo A. Madero, Ángel Nava, por negación del servicio público; el médico legista Francisco Javier Casiano Guerrero, por abuso de autoridad y ejercicio indebido de funciones, y la del ministerio público Alejandro Sánchez Duarte.

A la fecha el único preso es Alfredo Maya y quedan pendientes 40 sentencias.

“Al año dijeron que en tres meses, en el segundo aniversario, que pronto se darían las sentencias. Y el año pasado, que estarían listas en septiembre”, recuerda Domínguez.

De hecho el 20 de junio el presidente del Tribunal Superior de Justicia del DF, Elías Azar, dijo que en tres meses podrían dictarse sentencias.

Domínguez dice que recientemente los llamaron del Tribunal Superior de Justicia del DF y les dijeron que de mil 862 pruebas, mil 861 ya estaban desahogadas, que sólo una faltaba. Otra vez la expectativa de que haya sentencias, con la experiencia de que cada año se incumplen.

NUNCA SE HA RECUPERADO

Foto: Marco A. Martínez

Han pasado cuatro años y Patricia Domínguez también se duele por su otro hijo, Raymundo, quien acompañaba a Alan el día de la tragedia.

Raymundo lo recuerda. Ahora que acabó la universidad, puso en Facebook que le hubiera gustado que Danny viera sus logros.

“El problema que le quedó a Raymundo es que toma cada ocho días”, dice Domínguez.

“Dice que si no lo hubiera soltado, lo llevaba de la mano, no le hubiera pasado nada. A él lo pateó un policía. Traía una marca”.

Alan era un adolescente de 15 años que estudiaba la secundaria abierta. Su mamá dice que su dinamismo y liderazgo causó el recelo de profesores y por eso se salió de la escuela y decidió estudiar el sistema abierto.

Para sostenerse, hacía tandas de tenis entre taxistas de varios sitios. Tenía amigos en distintos lugares, y aunque tenía su casa a tres cuadras del metro La Raza, uno de sus lugares de diversión era el News Divine, en la zona de la Nueva Atzacoalco, donde tenía muchos amigos.

De hecho, él fue quien invitó a su hermano Raymundo ese día a la discoteca.

Han pasado cuatro años desde aquel 20 de junio en que un operativo policiaco acabó con la vida de 12 personas, dejó jóvenes heridos, y el recuerdo permanente en la zona.

Los familiares de las víctimas han recorrido diversos caminos para encontrar justicia. En el caso de Domínguez tuvo dudas de si su hijo había fallecido por el tumulto o por golpes infringidos por policías, ya que una adolescente había testificado que lo habían golpeado policías, aunque luego se desdijo.

Empero, forenses internacionales exhumaron el cuerpo un año después y determinaron que  golpes y contusiones  por pisadas ocasionaron su muerte por asfixia, en variante de compresión torácica.

“ME SENTÍ MÁS TRANQUILA”

Pero su búsqueda de justicia sigue, pide castigar a los responsables, tanto a autoridades como a policías que carecieron de criterio para dejar salir a los menores.

“Hubieran preferido cargar con un arresto que con los muertos”, dice.

Familiares de las víctimas recibieron indemnizaciones, ofertas de empleo en el gobierno, créditos para adquirir departamentos, como en su propio caso.

Incluso dice que ella es de las que menos ha recibido, porque para su fortuna tiene un trabajo en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, desde antes de la tragedia, y aunque es mamá soltera, sabe mantenerse. Ella preferiría tener justicia.

“No busco que me den sino que ya no se burlen de mí”, concluye.

 


A continuación, un fragmento del capítulo “Un sueño divino”, contenido en el  libro “Horas Infaustas. La tragedia del News Divine”, coordinado por Alberto Aguirre y editado por Ririki en 2009. El texto es de Marco Antonio Martínez.

Empezó como salón de eventos sociales en 1996, y había sido manejada por diferentes personas, incluso por Adelina Hernández y Alberto Amaya, los dueños del predio y de la licencia de funcionamiento, la 2910.

El establecimiento con el giro de discoteca tenía autorización para estar abierto de las 17:00 horas de un día a las 2:00 horas del siguiente, y el domicilio registrado era en la calle 303, número 186, en la Nueva Atzacoalco. El costo por la licencia fue de 10 mil pesos. Edi Hernández, hijo de los  dueños del salón, recuerda que en 1993 sus padres tenían 10 años de trabajar en la estética  Sagitario’s, ubicada en esa esquina, entonces propiedad de María Estrada viuda de García, a quien Adelina Hernández le compró el terreno el 21 de noviembre de ese mismo año, a cambio de 170 mil pesos. El predio era de 164 metros cuadrados de extensión y 136 metros construidos.

Así se hicieron dueños del lugar, donde adquirieron prestigio como estilistas. Ampliaron su estética y como el terreno era grande para tener sólo ese establecimiento, ya que no vivían ahí sino en la Unidad CTM El Risco, en 1996 construyeron un salón de fiestas arriba del salón.

Edi recuerda que el lugar fue inaugurado con la fiesta de XV años de su hermana Jenny, y pasó por distintos administradores, incluidos sus papás, hasta la llegada de Alfredo (Maya, quien actualmente es el único preso por el caso), de quien destacó su seguridad en sí mismo, lo que lo hacía parecer arrogante.

Sólo enfrentaba la competencia del bar El Faraón, en la vecina colonia Juan González Romero, pasaron unos meses antes de que se consolidara como la disco preferida en la zona, lo que ocurrió a partir de que introdujo música reggaeton. Desde entonces, los adolescentes de la zona comenzaron a llegar y recomendar el lugar.

La diversión se extendía todo el fin de semana, pero eran los viernes de tardeadas cuando más jóvenes se reunían, ya que además de bailar  también podían consumir cerveza y micheladas, incluso siendo menores de edad.

El lugar comenzó a generar molestias porque ahí los jóvenes se alcoholizaban. Eso le costó, como Divine, ser verificado y clausurado una vez, y como New’s Divine  –tal y como lo renombró luego de su primer clausura– dos  veces más.

Después de cada clausura volvía a reabrir, aunque hay quienes dicen que en la última nunca cerró.

El 20 de junio de 2008 se le volvió a realizar una verificación al lugar, sólo que en esa ocasión, con la presencia de un batallón de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública. Alfredo pidió a los asistentes salir de manera ordenada y a cambio los dejaría entrar gratis la siguiente semana.

Fue la última vez que tomó  el micrófono en el lugar donde cumplió su sueño de tener una disco de su propiedad.

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