Érase una vez un país, China, que quiso tener su propio Disneyland pero luego lo abandonó

17/07/2012 - 12:00 am

Creado con el fin de ser un lugar de entretenimiento familiar, lleno de colores, magia y una gran variedad de espectáculos, el 17 de julio de 1955 abrió sus puertas en Anaheim, California el parque de diversiones más famoso del mundo: Disneyland.

La construcción del parque se realizó en más de un año. Fue diseñado por Walt Disney y ha recibido millones de visitantes desde su inauguración.

Para muchos niños y adultos, un viaje a este fantástico sitio lleno de los personajes de Disney es un sueño.

China, en donde las marcas generadas en Occidente son copiadas con una facilidad inaudita, quiso tener su Disneyland. No lo terminó. Culminó como zona fantasma rodeada por tierra de agricultores.

Situado a 45 minutos del centro de Pekín en una zona de alrededor de 100 hectáreas, se hallan sus ruinas. La construcción se detuvo hace más de 10 años debido a “desacuerdos económicos” y la molestia de los agricultores de las zonas aledañas que no llegaron a un convenio para vender sus tierras.

Actualmente la obra no terminada luce lúgubre, tenebrosa y a veces cubierta de una espesa neblina que le da un aspecto un tanto terrorífico a la zona. De haberse concretado el proyecto, hubiera sido el parque de atracciones más grande en Asia. Hoy es un lugar favorito de fotógrafos de todo el mundo.

 

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