Una extraña coincidencia que es, además, una terrible noticia: dólar y petróleo empatan en 18.90

20/01/2016 - 4:45 pm

Los mercados iniciaron el año con sentimiento de pánico, sobre reaccionando, pero al mismo tiempo evidenciando los riesgos y fragilidad de la economía global, sentencia CI Banco. Hoy el dólar alcanzó el quinto máximo histórico del año y, aunque las bolsas redujeron sus pérdidas, en Wall Street se llegó a perder un 3 por ciento durante la jornada. El precio del petróleo, en tanto, sigue en niveles de 2003.

Foto: Cuartoscuro.
Un miércoles turbio. Foto: Cuartoscuro.

Ciudad de México, 20 de enero (SinEmbargo).– El peso continúa alcanzando mínimos históricos. Hoy el dólar concluyó en Inbursa hasta en 18.90 pesos, 29 centavos más que al cierre de ayer y 6.7 por ciento más que al arranque del año. Se trata de su quinto máximo histórico del 2016. En ventanillas de Banamex se vendió en 18.80 pesos y en Bancomer en 18.83 pesos. Este día también la mezcla mexicana se ubicó en 18.90 dólares por barril, de acuerdo con Petróleos Mexicanos (Pemex).

Además, aunque el Banco de México (Banxico) subastó 400 millones de dólares con precio mínimo desde la mañana, el dólar FIX cerró en los históricos 18.5690 pesos.

CI Banco adelantó que el dólar podría seguir escalando en las próximas semanas o meses, ya que las situaciones que están presionando a la moneda mexicana se han acentuado y no se resolverán pronto.

La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) finalizó con una ganancia mínima de 0.09 por ciento. Mientras Wall Street cerró con pérdidas y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, cayó un 1.56 por ciento, tras una sesión en la que ese índice llegó a bajar más de 500 puntos. El selectivo S&P 500 perdió un 1.17 por ciento y el índice compuesto del mercado Nasdaq se dejó un 0.12 por ciento.

Para la segunda mitad del año, CI Banco estima que el peso podría recuperarse después de que se observe estabilidad en los mercados financieros de China –actualmente alterados por en el marco de su transición a una economía más basada en el consumo interno–, un repunte en los precios del petróleo y claridad en el proceso de normalización de tasas de interés por parte de Estados Unidos, que en diciembre lo inició al elevarlas entre 0.25 y 0.5 por ciento.

Sin embargo, la volatilidad podría persistir en 2016 si los datos macroeconómicos en EU y China, así como sus respuestas de política monetaria, fiscal y reguladora “siguen decepcionando”.

El banco Merrill Lynch opina que la economía de México mantendrá su resistencia ante los choques económicos provenientes del exterior, incluyendo la caída de los precios del crudo, la desaceleración de China y la incertidumbre en Estados Unidos, apuntó en su informe.

Este miércoles, durante el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, el economista Nouriel Roubini descartó que el mundo esté a las puertas de una nueva crisis como la desatada entonces en 2008, al tiempo que calificó a los mercados como “maníaco depresivos” y extremadamente desconfiados.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que México crecerá 2.6 por ciento en 2016, dos puntos porcentuales menos que lo que calculó en octubre; estima que Latinoamérica seguirá en desaceleración arrastrada por Brasil y sobre el mundo su expectativa de expansión también es a la baja. China, a su vez, reportó que su Producto Interno Bruto (PIB) creció 6.9 por ciento en 2015. Aunque los inversionistas ya lo esperaban y prevén medidas de las autoridades del gigante asiático, se trata de su ritmo de expansión más lento en 25 años.

A esos datos, hoy se sumó el dato de inflación en Estados Unidos, la cual se situó en 0.7 por ciento, el segundo nivel más bajo en los últimos 50 años y todavía bastante alejado de la meta del 2 por ciento fijada por la Reserva Federal (Fed), según informó el Gobierno.

EL PETRÓLEO WEST BAJA A 26.55 DÓLARES POR BARRIL 

El miedo a que el exceso de oferta que sufre el petróleo se continúe agravando ante la desaceleración china y el regreso al mercado de Irán volvió a lastrar hoy los precios del crudo, que han caído cerca de un 25 por ciento en lo que va de año y se sitúan en niveles de 2003.

El estadounidense Texas (WTI) se desplomó hasta los 26.55 dólares, su mínimo en casi trece años, mientras que el Brent europeo rebasó a la baja los 28 dólares al cerrar en 27.88 dólares y el barril de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cotizaba en 23.85 dólares.

La ralentización de la economía china, que crece al menor ritmo del último cuarto de siglo, y las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que anticipa que la demanda de crudo avanzará más lento de lo esperado en 2016, han avivado el temor a que aumente el volumen de barriles que cada día quedan sin comprador.

Al mismo tiempo, el visto bueno de la comunidad internacional a que Teherán vuelva a exportar crudo tras cuatro años de veto por su programa nuclear amenaza con inundar aún más un mercado asfixiado por el exceso de producción.

“Va a llegar aún más petróleo en un momento en el que no se necesita. Eso significa que el desequilibro entre la oferta y la demanda aumentará, por lo que es más difícil que los precios recuperen la normalidad”, dijo a Efe Dominic Haywood, analista de la firma británica Energy Aspects.

La AIE y la mayoría de los expertos coinciden en que no hay signos de que a corto plazo se vaya a revertir la caída que comenzó en junio de 2014, a pesar de que los bajos precios han golpeado a la industria, que ha recortado inversiones y puestos de trabajo.

Con todo, algunos analistas creen que la pérdida de rentabilidad de las explotaciones puede llevar a una bajada significativa de la producción que empujaría al alza los precios en la segunda mitad de 2016.

Por el momento, la opción más plausible para una recuperación es que la OPEP acepte reducir su techo de bombeo, que se mantiene por encima de las necesidades del mercado, a fin de dañar a la naciente industria del esquisto y mantener la cuota de mercado del cártel de países productores.

Esa estrategia ha hecho que la producción externa a la OPEP, especialmente en Estados Unidos, haya caído por primera vez en siete años, pero también ha puesto en aprietos a los miembros menos opulentos de la organización, cono Venezuela y Nigeria, cuyas economías sufren al haberse reducido una de sus principales fuentes de ingresos.

Esos productores presionan desde hace meses a Arabia Saudita y sus socios del Golfo, que guían las decisiones del grupo, para que acepten disminuir el bombeo común.

Las tensiones internas en la OPEP hicieron que la última reunión del grupo se cerrara en diciembre sin acordar una cifra oficial de producción, algo que no había ocurrido en la historia reciente de la organización.

Caracas y Abuya han pedido celebrar un encuentro extraordinario en las próximas semanas para revisar la política común del grupo, una medida a la que tendrían que dar su visto buenos todos los miembros de la OPEP.

A pesar de que el fin de las sanciones a Irán ha cambiado sustancialmente el escenario del mercado del petróleo, algunos expertos creen que no será suficiente para que Riad de su brazo a torcer y acepte un cambio de estrategia.

“En su última reunión, los miembros de la OPEP ya sabían que el levantamiento del veto a Irán estaba en el horizonte y que Teherán planeaba volver a producir”, sostuvo Haywood.

El analista señaló que, “claramente, los países que tienen un mayor peso en la toma de decisiones en este momento son los grandes productores, como Arabia Saudí, que hasta ahora han dado prioridad a la defensa de su cuota de mercado”, a costa del desplome de los precios.

–Con información en EFE 

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