Ciudad de México, 24 de dic (SinEmbargo).– Este lunes cumple 67 años y pese a la edad, este hombre sigue siendo toda una metralleta: nadie lo para. Lemmy Kilmister es uno de los íconos del heavy metal y continúa haciendo ruido, mucho ruido, tanto que parece nunca dejará de sonar. Desde 1975 ha agitado la greña con Motörhead y, de acuerdo con sus planes, no piensa dejar de hacerlo en un futuro cercano.

Hace más de tres décadas, un trío de muchachos ingleses comandados por Ian Kilmister, lanzaron una mezcla de heavy metal, con matices de punk rock y trash metal  que retumbó en los oídos de los rockeros. Si bien Motörhead suena como una fusión de estilos, Lemmy siempre dijo que su música es simplemente “Rock and roll” y la vida que conlleva: abusos de drogas, sexo, violencia y sobrevivir pasado de revoluciones.

Los ochenta se convirtieron la época de oro para esta banda, toda Europa y Estados Unidos ya se había contagia del poder y sonido de Motörhead y de la voz carraposa de un bebedor compulsivo conocido como Lemmy Kilmister.

Lemmy es un personaje coherente, problemático, siempre ha defendido en lo que cree. No necesita de ningún motivo extra para golpear con su rock bestia y voraz. Desde la creación de esa máquina de ruido, o esa banda de la cual es bajista y vocalista, sólo hay tres decisiones que los integrantes del grupo no han aceptado plenamente. La primera fue el fugaz fichaje del guitarrista Brian Robertson, hace 12 años.

El siguiente paso afectó al sector británico de su afición, que se sintió un tanto decepcionado cuando la banda decidió trasladarse a tierras californianas. Y la última fue cuando a Lemmy le dio por componer una balada. No importó mucho, él sabía que después de tantos años de consolidarse con un sonido propio tenía derecho a hacer lo que le viniera en gana. La gloría ya la había alcanzado. Era quizá ese momento para buscar nuevas cosas. Y Lo hizo.

Al parecer, Sid Vicious alguna vez le dijo a Lemmy: “No sé tocar bajo”, a lo que Lemmy respondió: “Lo sé”. Sid buscaba audicionar para una banda (así es, Sex Pistols), pero estaba consciente de sus limitados dotes como bajista, y fue por esta misma razón que pidió al reconocido Lemmy que le enseñara a tocar el bajo. Así surgió esa amistad. Más que una relación de trabajo, fue una mutua complicidad de excesos.

En 2010, el director español Wes Orshoski, participó en la creación de “Lemmy”, un documental que explora la vida de Kilmister.

Entre las razones que lo motivaron a trasladar al cine la vida de una leyenda como Lemmy Kilmister, dijo que trató prácticamente de mostrar una gran fiesta con todas esas figuras que hacen el rock pesado.

En sus entrevistas de “Lemmy” destacan testimonios con figuras de la talla de Alice Cooper, Mike Ramone, Lenny Kravitz, Ozzy Osbourne, Ice T, así como David Navarro, e integrantes de Metallica, The Guns and Roses y Anthrax, entre otros.

El documental explora la vida de este icono de la cultura y pionero del heavy metal.

Al preguntarle cómo le hizo para acercarse a los grandes exponentes del rock pesado que aparecen en su documental, el director del largometraje explicó que les hizo saber que estaba haciendo un documental sobre Lemmy, y todo mundo aceptó casi de inmediato, lo único difícil fue agendar las citas porque la mayoría tenía compromisos en el extranjero.

Con quienes se complicó la entrevista fue con The Damned, “el problema fue que sus fiestas eran interminables y al día siguiente los integrantes de la banda no podían articular comentario alguno”.

The Damned es considerado el responsable de iniciar el movimiento punk en el Reino Unido junto a bandas como Sex Pistols y The Clash.

Interrogado sobre por qué le dan él y Oliver poca presencia a los otros dos integrantes de Motörhead, dijo que se debió a que realmente el eje central de su película es Lemmy. Además que se trata de su ópera prima, y que se dio cuenta de que muchos fans del músico consideran que éste podría ser un gran recuento acerca de la banda.

“Lemmy tiene una manera muy especial de vivir, eso fue lo que aprendí haciendo este documental sobre él. Aprendí también que uno debe ser más honesto consigo mismo y que nunca se deben pedir disculpas”, dijo el cineasta.

-Con información de agencias-