Las Abejas no olvidan Acteal y cuestionan a Emilio Chuayffet, quien hace 15 años era titular de la Segob

23/12/2012 - 9:55 am

Por Estefanía Camacho

Chenalhó, Chiapas, 23 de dic (SinEmbargo).– “¿Qué va a hacer en la educación pública Emilio Chuayffet, será enseñar cómo se masacran niños y niñas?”, preguntó un integrante de la sociedad civil de Las Abejas en la ceremonia del XV aniversario de la matanza de Acteal, perpetrada por grupos paramilitares el 22 de diciembre de 1997 en Altos de Chenalhó, Chiapas.

En aquél entonces, el mexiquense Chuayffet Chemor se desempeñaba como Secretario de Gobernación del gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de Léon. Además hicieron una crítica al equipo del actual presidente, Enrique Peña Nieto, y lo llamaron: “Gabinete de profesionales en saquear patrimonios y en masacrar”.

Habitantes de la región y de distintos pueblos, así como organizaciones nacionales e internacionales conmemoraron a los mártires. Fueron 45 personas, entre ellas: 15 niños, una bebé de 11 meses, otra bebé de ocho meses, nueve hombres y 21 mujeres (de las cuales cuatro estaban embarazadas). Todos ellos pertenecían al grupo de Las Abejas, declarados como pacifistas y simpatizantes con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

También, en el discurso, se refirieron a Peña Nieto como el presidente de Televisa y TV Azteca, “de telenovela”, repitieron. Además recordaron que Peña, en su campaña, declaró que seguiría con “mano dura” el combate a la inseguridad y ejemplificaron con lo ocurrido el 1 de diciembre pasado, en su toma de protesta, y de igual forma se refirieron a los hechos en Atenco.

Sin embargo, los vecinos de diferentes comunidades afirmaron que ya no hay dolor, “ya no hay llanto, miedo ni desesperación”. Ahora sólo hay música de la banda  que sonó en el pueblo al dar comienzo al recorrido hacia donde están enterrados los cuerpos de inocentes. Las Abejas condenaron que el gobierno siga sin reconocer que fue un crimen de Estado.

Mariano Ortiz es un indígena tzeltal que caminó con los residentes por un camino estrecho en donde apenas cabían los manifestantes. Él se dedica a predicar el catequismo y acompañó a su esposa María en esta travesía, ya que ella perdió aquella madrugada del 22 de diciembre a su tía y a su prima.  “Quedamos muy tristes”, confiesa con la mirada hacia el camino que espera entre la neblina de las montañas. La música tradicional comenzó a sonar desde el principio del recorrido y aclara que esa es una costumbre en Chenalhó. También presume a su hija Magdalena, quien se desempeña como coordinadora militar de la diócesis.

Durante la ceremonia, el grupo “Mensajeros de la Paz” presentó una obra de teatro de jóvenes que cuando eran más pequeños sobrevivieron a los sucesos. Fue una simbólica representación de cómo la “muerte” visita a los pobladores y deja libres a los autores materiales de los asesinatos.

Casi al final de la ceremonia, hicieron una mención especial a Manuelito Vázquez, otro de los niños sobrevivientes y quien falleció el pasado 10 de noviembre a los 22 años. La culminación del evento fue con palabras del monseñor Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de las Casas, y con una banda de música regional.

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