10 videos para recordar a Celia Cruz, “La reina de la salsa”, a 9 años de su partida

16/07/2012 - 12:00 am

Desde su nacimiento, el 21 de octubre de 1929 en La Habana, Cuba, hasta su muerte, el 16 de julio de 2003, Celia Caridad Cruz Alfonso se distinguió por su carisma, que después conjuntó con su voz y talento musical que le valieron el aplauso y reconocimiento del público a nivel mundial.

A los 14 años Celia Cruz cantaba en concursos de aficionados en la capital cubana, donde inició una de las trayectorias más impresionantes en el mundo de la música. Estudió teoría musical, piano y voz en el Conservatorio Nacional de Música, en su país natal.

En 1948, Roderico “Rodney” Neyra fundó el grupo de bailarinas Las Mulatas de Fuego, y Celia fue contratada como cantante. Después, fue tal el éxito que viajaron a varios lugares del caribe.

En 1949, en Venezuela es contratada por la disquera Comercial Serfaty para grabar sus primeros discos de 78 rpm, respaldada por la orquesta del venezolano Leonardo Pedroza, conocida como Leonard Melody.

En ese mismo año, al regresar a Cuba, Celia grabó con la agrupación Gloria Matancera, poco después fue contratada por la emisora Radio Cadena Suaritos.

En 1950 conoció al empresario Alberto Sotolongo, quien la buscó porque quería que cantara con la Orquesta Sonora Matancera, debido a que la vocalista anterior había decidido retirarse.

En su etapa con la Matancera, protagonizó algunos de los capítulos más gloriosos de la música afrocubana, grabando una cantidad de temas legendarios como “Yembe laroco”, “Yerbero moderno”, “Burundanga” y “Caramelo”.

A fines de los años 50, La Sonora Matancera era la orquesta más popular de Cuba, la dimensión de esta alianza rebasó las costas y fronteras de su isla natal y exportó su talento al mundo.

Como integrante del grupo, Celia conoció a Pedro Knight, uno de los dos trompetistas de la agrupación, con quien inició una relación amorosa que culminó en un matrimonio de 42 años.

El 15 de julio de 1960 dejó Cuba por no estar de acuerdo con el régimen socialista de Fidel Castro, quien asumió el poder el 1 de enero de 1959, y al llegar a Estados Unidos en calidad de exiliada, siguió haciendo historia.

En 1965, la artista culminaría una etapa vertiginosa de 15 años con La Sonora Matancera, en ese lapso grabó con las orquestas de René Hernández y Vicentico Valdés.

A finales de esta década adoptó la nacionalidad estadunidense, y en 1966, Celia y Tito Puente iniciaron una asociación que editó cinco álbumes musicales, logrando despertar el interés del público anglo y europeo por la música latina, fenómeno que en los 70 llegó a conocerse como el “boom” de la salsa.

En 1973, se alió con el pianista y artista exclusivo del sello FANIA, Larry Harlow, y encabezó un concierto de música afrocubana en el Carnegie Hall de Nueva York, gracias a este pianista Celia conoció al músico Johnny Pacheco, con quien grabó clásicos como “Quimbara”, “Cúcala” y “Bemba color”.

Con esta unión y la orquesta Fania All Star visitó lugares como Reino Unido, Francia y Zaire.

Durante la década de los 80, la intérprete grabó y realizó varias giras por Latinoamérica, dando múltiples conciertos y shows de televisión.

En 1987 Hollywood le dio su estrella en el Paseo de la Fama. Tres años más tarde, a la Calle Ocho de Miami se le nombró “Celia Cruz” y, en 1991 esa ciudad también le dio su estrella, honor que también le han conferido otros paseos dedicados a luminarias en San José, Costa Rica, y en la Ciudad de México.

En los años 90 recibió el Premio Exito de Vida de la Institución Smithsonian, la Medalla Presidencial en las Artes, de Colombia, y el Premio Exito de Vida de los prestigiosos Hispanic Heritage Awards; además, la ciudad de San Francisco declaró el 25 de octubre de 1997 como El Día de Celia Cruz en San Francisco.

En 1992 incursionó en el mundo de la actuación con los actores Armand Assante y Antonio Banderas en la película “Los reyes del mambo”, y en 1997 repitió como actriz en la telenovela mexicana “El alma no tiene color”.

En 1994 recibió de manos del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, el National Medal of Arts, el más alto honor que ese país concede a las artes, en una ceremonia en la Casa Blanca.

En 2000 la revista Billboard, la publicación más importante de la industria musical, le rindió un tributo especial por sus 50 años de carrera. En este año también ganó el primer Grammy Latino por Mejor Álbum de Música Tropical.

Un año después fue nominada de nuevo a otro Grammy Latino, y en 2003, la guarachera más feliz del mundo siguió recibiendo homenajes y honores.

Celia Cruz se dedicó a ayudar a los demás, y en el verano de 2002 su compañero de toda la vida, Pedro Knight, y su representante Omer Pardillo realizaron uno de los sueños más preciados de la intérprete: crear la Fundación Celia Cruz.

En marzo de 2003 la cadena Telemundo le rindió un homenaje, contando con la participación de estrellas de la música latina y estadunidense. Los fondos recaudados fueron donados a la Fundación Celia Cruz, en junio del mismo año.

La cantante, quien trascendió más allá de la música tropical y se transformó en un icono de la cultura latinoamericana, murió el 16 de julio de 2003 en su hogar de Fort Lee, en Nueva Jersey, a consecuencia de un tumor cerebral del que había sido operada en noviembre de 2002.

Junto a ella se encontraba el trompetista Pedro Knight, con quien convivió más de cuatro décadas y con quien recién había celebrado su aniversario de bodas.

En 2005 se presentó durante algunas semanas en el Off Broadway New World Stage, en Nueva York, la obra de teatro “Celia: La vida y música de Celia Cruz”, protagonizada por la cubana Xiomara Laugart y el puertorriqueño Modesto Lacún, como su esposo Pedro Knight.

En ese mismo año el Museo Nacional de Historia de Estados Unidos inauguró la exposición “¡Azúcar!”, con fotografías de momentos memorables de la vida de Celia, documentos personales, vestidos, videos y música.

En 2009 fue recordada en la séptima edición del Festival de Música Mestiza en España, con la proyección del documental “Celia la reina”.

Un año después se realizó en Washington una exhibición temporal de algunos objetos personales de la cantante, como una bata roja que utilizó en sus presentaciones y algunas fotografías y premios, en el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana.

En ese mismo año, fue homenajeada por la agrupación Celia Cruz All Star, en la emisión “La descarga con Albita”, donde la presentadora interpretó el tema “Por si acaso no regreso”, que se incluyó en el álbum “Celia, La reina y sus amigos”, una discográfica con intérpretes como Gloria Estefan, Willy Chirino, Lola Flores, Lucrecia, India y Angela Carrasco.

-Con información de Notimex

 

 

 

 

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