Por Álvaro Delgado 

MEXICO, D.F., 2 de julio (apro).- Los expresidentes nacionales del PAN, Diego Fernández de Cevallos y Germán Martínez, así como el actual dirigente Gustavo Madero, lamentaron la debacle panista en la pasada elección y urgieron a hacer una profunda reflexión sobre lo sucedido para enderezar el camino.

En entrevistas por separado, Fernández de Cevallos dijo que su partido se equivocó en muchos aspectos durante su mandato en el país y planteó la necesidad de realizar un análisis interno serio.

“¿Qué hizo Acción Nacional mal? En muchos aspectos se equivocó, no soy la persona más adecuada para comentar estos aspectos internos del partido, pero de que el PAN tiene que hacer un análisis serio, tiene qué hacer una critica profunda de que ha venido pasando (…), no tengo la menor duda de que vamos a salir adelante y vamos a volver a hacer muy pronto una opción válida para el pueblo de México”, declaró en entrevista con W Radio.

El excandidato presidencial añadió que “si nos ha tocado perder es por culpa nuestra, hay que ser más responsables, ser más generosos”.

Gustavo Madero no se anduvo con rodeos y admitió que su partido ya tenía prevista la derrota de su candidata, Josefina Vázquez Mota, pues dijo que las encuestas siempre fueron consistentes y avanzaban en dicha dirección, “lo cual nos obligaba a preveer este escenario”.

Entrevistado en Noticias MVS primera emisión, Madero calificó los resultados como una “derrota electoral mayúscula”, sin embargo precisó que es “algo que no debe abatirnos sino obligarnos a agarrar fuerzas para continuar con esta lucha de construir un México de democracia”, y admitió que el error del PAN fue, principalmente, haberse concentrado en cómo llegar al poder, más que en las reformas que requiere el país.

Madero negó la posibilidad de renunciar a su cargo, pues consideró que dicha acción sería perniciosa para su partido.

“Es de mayor responsabilidad y mayor exigencia para mí el permanecer para conducir este proceso y esta reflexión, que abandonar el barco, para mí es más irresponsable esa actitud en este momento”, declaró e  informó que convocó al Consejo Nacional panista para el 11 de agosto próximo, con el fin de realizar una evaluación profunda y prepararse para “recuperar el espacio político del PAN  en el Congreso, en los gobiernos estatales y en la Presidencia de la República”.

Madero reconoció que el PAN tuvo errores de comunicación, de legislación y de omisión, por lo cual manifestó la necesidad de que ese órgano político realice una evaluación profunda, impulse la agenda de reformas pendientes y siga “defendiendo a los ciudadanos y a la democracia de México”.

“Es un día que lamentamos mucho los panistas”, expresó.

El presidente nacional del PAN dijo que su partido le debe a los mexicanos un proyecto de transición democrática, y admitió que los panistas se concentraron más en conseguir y conservar el poder, que en las reformas que necesita el país.

“Como partido no hemos logrado que el anhelado proyecto llegue a otra orilla del puerto y que sea un país que tenga un sistema a prueba de balas”, expresó.

“Nos enfocamos en reformas de cómo llegar al poder, más que a reformar cómo funciona el poder en México (…) ahí estamos a años luz de lo que necesitamos como país, lo que hemos dejado de hacer nos lleva a este resultado”, reconoció el líder panista.

En un artículo publicado en el diario Reforma, Martínez Cázares fue contundente en su juicio al asegurar que la jornada electoral para su partido fue un “desastre.

Autocrítico, dijo que el PAN no está convencido plenamente de defender a sus gobiernos.

Prosiguió:

“Además, en muchas ocasiones traicionamos a la enorme bandera de la libertad. Toleramos a sindicatos opacos y antidemocráticos, estorbos de competencia libre y fomento al empleo. Confundimos al ciudadano que aprecia la libertad con el espejismo de las coaliciones con el PRD. Al desconfiar de esa libertad, aprobamos una ley electoral para enjaular al Presidente, maniatar a los partidos, engordar una burocracia electoral y meter en un mar de trámites la postulación ¿libre? De candidatos.

“El PAN es esclavo de dinámicas y modos de andar extraños. Su actividad interna se resume en arrebañar voluntades, inscribirlas al padrón y subastarlas en cada elección interna. Las convenciones se deciden por tropel, no por razón, en ellas pesa más, por ejemplo, la vergüenza de un mexiquense admirador de Hitler y su grupo, que la voz de Luis H. Álvarez.

“El gobierno nunca supo comunicar. Y algunas veces “comunicaron” incertidumbre y simulación. ¿Todos los funcionarios fueron leales al Presidente? ¿Compartían el rumbo panista? (…)”.

Germán Martínez añade que él no es ajeno al desastre panista. Admite que incurrió en muchos de los equívocos que enunció líneas arriba y que por esa razón dejo al partido. “Creo en la cultura de la dimisión del personaje público que no da resultados. ¿Y ahora?.

“¿Qué sigue? ¿Lincharnos entre panistas? ¿Reanimarnos? NO estaría mal, con humildad, empezar por ofrecer una disculpa al ciudadano defraudado con nuestros errores”.